Durante este mes, celebramos el Día Mundial del Síndrome de Down, una conmemoración global destinada a aumentar la conciencia sobre esta condición genética. En nuestro colegio, nos unimos a esta iniciativa para resaltar tanto las capacidades como los derechos de las personas con síndrome de Down.

Para empezar, es importante aclarar que el síndrome de Down no es una enfermedad, sino una condición genética resultante de la presencia de un cromosoma 21 adicional. A pesar de los mitos y prejuicios que aún persisten, debemos entender que las personas con síndrome de Down tienen derechos y cualidades equiparables a las de cualquier otro individuo.

Hoy en día, hemos visto avances significativos en el desarrollo cognitivo, la inclusión social y la estimulación continua. Estos avances han mejorado notablemente la calidad de vida de las personas con síndrome de Down y de sus familias. Sin embargo, para alcanzar una verdadera inclusión, es esencial que toda la sociedad participe activamente.

Los medios de comunicación, la comunidad educativa y los profesionales que apoyan a estas personas juegan un papel crucial en este proceso. Asimismo, es necesario adoptar medidas que permitan a las personas con síndrome de Down involucrarse plenamente en las decisiones que afectan sus vidas.

En conclusión, cada niño, niña, joven o adulto con síndrome de Down es único y merece respeto e inclusión en nuestra sociedad. Promover esta inclusión no solo es un acto de justicia, sino que también ayuda a construir un mundo más equitativo y comprensivo para todos.